El lienzo sobre el espejo


 

El amigo Luis acaba de pasarme una noticia del diario El País* en la que se cuenta que la Junta Escolar de un condado del estado sureño de Tennessee ha sacado de la lista de lecturas de sus alumnos la magnífica novela gráfica Maus, de Art Spiegelman, sobre el holocausto. El destacado de la noticia reza: «La decisión, adoptada por unanimidad de la junta escolar, alega que el libro, basado en los recuerdos del padre del autor, superviviente de Auschwitz, contiene “ocho palabrotas” y el desnudo de una mujer».
 

Justamente ayer leí un artículo en la sección cultural de El Debate* titulado: «Denuncian '1984' de George Orwell como un libro ofensivo y perturbador para la corrección política». En este artículo se comentan casos similares con otras obras literarias: «A los anuncios de sospecha de la Universidad de Salford sobre Jane Eyre de Charlotte Bronte y Grandes esperanzas de Charles Dickens, hay que sumar la advertencia que la Universidad de Northampton ha hecho del contenido de otra novela que puede ser dañina y perturbadora para las mentalidades más ofendidas. Lo paradójico y, hasta cierto punto, irónico de la cuestión, es que la novela no es otra que la distópica y milenarista 1984 de George Orwell, que parece haberse encontrado con la horma de su zapato».
 

Aunque ambas censuras vayan a parar a la misma alambrada, me da más miedo —la siento más descarada, más cercana— esa «ofensiva perturbación para la corrección política» que la mojigatería rancia que esconde la censura de Maus. Que aquello que en 1949 se presentaba como una distopía haya perdido su pacto de ficción para presentarse hoy como una alusión «perturbadora» para todo un sistema social es algo que debería hacernos perder el sueño, o mejor dicho, algo que debería hacernos despertar.
 

Mientras nos vamos acercando a la tiranía, al fascismo, al despotismo y el abuso es fácil pensar —y hacer pensar— que la monstruosidad, como en El retrato de Dorian Gray, no es la nuestra, pero llega un momento en que el viejo cuadro se convierte en espejo que refleja con insolente impudicia lo que ya somos; la única solución, entonces, es tapar el espejo.
 

Hasta no hace mucho tiempo, en las casas donde se velaba el duelo del difunto se cubrían los espejos con un lienzo. La sociedad que precisa cubrir el espejo con un lienzo… ¿no tiene ya la muerte instalada en su reflejo?


*https://elpais.com/cultura/2022-01-27/un-condado-de-tennesse-prohibe-maus-comic-de-art-spiegelman-sobre-el-holocausto.html
*https://www.eldebate.com/cultura/libros/20220125/denuncian-1984-george-orwell-libro-ofensivo-perturbador-estudiantes.html


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