Mapeando el mundo con los pies

© Peter Sís, Madlenka, Ekaré, 2018, ilustración de guardas iniciales (sin troquelado)

«¿Podemos entender que no existe territorio en la medida en que no es mapeado con los pies? ¿Podemos interpretar el cuerpo no sólo como herramienta sino también como soporte de un conocimiento, como una cartografía del territorio o un mapa de lo cognoscible?» I. Cabanellas, C. Eslava (2005), Territorios de la infancia.

Si hace unos días nos preguntábamos cómo una criatura de pocos años va adentrándose en el juego del «y si...» y cómo con ello (y con la exploración) va construyendo su noción de espacio y su imaginario, hoy vamos a detenernos en cómo son las primeras cartografías que construyen las mentes infantiles.

Las dos preguntas de partida comparten una concepción del espacio muy decerteauniana (para quién el espacio lo es en tanto que es «practicado») y a las que podríamos responder con una escueta frase de Jacques Mullender en la que aseguraba que «el itinerario constituye el grado cero de la cartografía».

Seguramente Madlenka (Peter Sís, 2000) es el álbum que mejor muestra la importancia del itinerario, del paseo, de la práctica del espacio a través del propio cuerpo, para la construcción cartográfica.

Recordemos que Madlenka sale de casa porque se le acaba de caer el primer diente y quiere contárselo a todo el mundo. La historia relata el paseo de la niña alrededor de su manzana y los encuentros que tiene con sus vecinos, de orígenes muy diferentes. Cuando sus padres le preguntan dónde ha estado, ella responde: «Bueno… he dado la vuelta al mundo».

En las guardas (aunque se adivina antes gracias al troquel a modo de ventana que se abre en la cubierta y que funciona como epílogo del libro) encontramos una especie de mapa-paisaje que dibuja los contornos y algunos de los accidentes geográficos de lo que, a todas luces, parece una isla. Si hemos leído el libro, aquí y allá encontramos algunos de los monumentos y de los animales que aparecen en las historias que los vecinos le cuentan a Madlenka durante el relato.




© Peter Sís, Madlenka, Ekaré, 2018, guardas (detalle)


Si observamos la ilustración con atención, rápidamente descubrimos que esa isla nos recuerda a algo… El cuadrilátero de la manzana que la protagonista ha recorrido es ahora un poco más rectangular, pero sigue conservando los mismos lados. Frondosos bosques coexisten con grandes montañas y desiertos y entre la vegetación se distinguen monumentos y edificios en lugares cartográficamente inesperados. Un mundo lleno de referencias geográficas y culturales, remezcladas y reubicadas que sintetiza e ilustra el recorrido de Madlenka, tal y como ella lo ha aprehendido.

Y es que el mapa nos muestra las conexiones territoriales que una niña de seis años es capaz de hacer, donde las distancias y los contornos se reorganizan por la fuerza de lo vivido, lo percibido, lo recordado y lo imaginado. Y es observándolo como nos damos cuenta de que ese continente sobre el que sobrevuela Madlenka con su paraguas amarillo es la representación de su manzana (es decir, del mundo, tal y como dice al final). Ese continente-mundo que Madlenka ha dibujado en su imaginación está muy relacionado con su experiencia del paseo.

En este sentido, cabría destacar el hecho de que la lectura de Madlenka, demanda al propio lector acompañar en ese recorrido a la protagonista. Tanto es así, que para leer el álbum el libro debe girarse, hasta dar la vuelta completa al cuadrado. La experiencia narrativa, el viaje circular alrededor del mundo de Madlenka, se convierte en experiencia física, subrayando la importancia del recorrido y de la exploración en la construcción cartográfica. 

Madlenka funda con ese paseo su primera cartografía donde los elementos que acaba de conocer se mezclan y en el que la imaginación y la fantasía ganan terreno a la racionalidad y representabilidad. Pero, como diría Groshens… ¿qué es la cartografía sino esa suerte de ambigüedad que la sitúa en la confluencia entre la ciencia exacta y la ficción?

Anna Juan

Esta entrada enlaza con reflexiones previas de su autora, como la que encontramos en su blog, La coleccionista :  "De viajes y mapas. Esbozos de la poética de Peter Sís"  (6 de febrero de 2015).


© Peter Sís, Madlenka, fotografía de la cubierta troquelada en la edición de Ekaré


Referencias:

ISABEL CABANELLAS, CLARA ESLAVA (coords.). Territorios de la infancia : diálogos entre arquitectura y pedagogía, Barcelona, Graó, 2005.
MICHEL DE CERTEAU. L'Invention du Quotidien. Vol. 1, Arts de Faire, Paris: Gallimard, 1990.
JEAN-CLAUDE GROSHENS. « Introduction » en Cartes et figures de la terre, Paris, Centre George Pompidou, 1980.
J. MULLENDER. “Conaissance et surveillance de la terre” en Cartes et figures de la terre, Paris, Centre George Pompidou, 1980.
PETER SÍS. Madlenka, Barcelona: Ekaré, 2018 (EO 2000).

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