Querido lector,
me dirijo a usted directamente porque no es la primera vez ni la segunda que insiste en este tema y me pregunta qué es para mí una novela gráfica. No es la primera, ni la segunda, ni la tercera vez que iniciamos una conversación tratando de esclarecer con opiniones de unos y otros, y con la nuestra, la esencia del libro que nos interesa y que interesa a muchos por distintos motivos. Me dirijo a usted directamente porque me lo ha pedido, con el propósito de explicar lo que a mi juicio estaba claro entonces y lo sigue estando ahora. Si me permite el atrevimiento, nada ha cambiado demasiado desde que a principios del siglo XX Frans Masereel creara sus primeras novelas en imágenes e iniciara (puede que hasta retomara) una tradición narrativa ¿sin palabras?, en la que la imagen secuenciada cuenta una historia extensa y comprendida entre las páginas de un libro.

La Ciudad. Frans Masereel. 

¿Una novela sin palabras es posible? Me preguntará usted sorprendido. Y yo le contestaré que sí, que sin palabras, que “no hay textos, para qué. Tan solo un dantesco blanco y negro para plasmar en toda su crudeza la violencia física y psicológica, la miseria frente a la opulencia, las putas bajo su yugo y las señoronas bajo sus sombreros, y el hollín tiñendo de negro las fábricas y las ventanas de las casas de los pobres (Hermoso, 2012).

Una novela sin palabras porque no es en absoluto una novela literaria, aunque en ocasiones tenga que ver con lo literario, sino de una novela gráfica que narra su historia con imágenes aunque estas imágenes no sean siempre dibujos. Una novela gráfica que a veces contará su historia combinando palabras e imágenes; pero donde se puede prescindir de la palabra, si se quiere o no es necesaria, porque lo importante en ella es contar con imágenes una historia: su historia.

Una novela gráfica es novela porque en ella se narran historias ficticias y autoconclusivas, con una cierta extensión; crea un nuevo mundo y transmite una visión personal de la vidaUna novela gráfica es novela porque además del contenido (historia o historias) contiene una dimensión estética y una estructura ordenada.

Emigrantes. Shaun Tan.


Una novela gráfica es gráfica porque se construye a partir de secuencias de imágenes. Puede contener palabras pero a veces éstas sólo aparecen en el título que da nombre a la obra, porque las peripecias las narran las imágenes.

Se llevará usted las manos a la cabeza cuando le diga que una novela gráfica puede ser un cómic - pero es que puede ser un cómic- porque, de hecho, la mayoría de las novelas gráficas son cómics; e igual hasta quiere, en un arrebato, sacarla de los anaqueles de las estanterías de su librería literaria, tan literaria su librería...; pero es que una novela gráfica es casi siempre un cómic; otras, se parece a un libro álbum pero más largo, mucho más largo de 32 páginas y muchos más meses, ¡incluso años!, de intenso trabajo. Eso sí: una novela gráfica es siempre narración gráfica, es decir, se narra en imágenes con apoyo de la palabra y nunca al contrario.


Fueye. Jorge González. 

Dentro de la narración gráfica hay cuentos gráficos, hay relatos gráficos, hay humor gráfico, hay series gráficas... y hay novelas, como en la literatura, hay novelas; con la peculiaridad, amigo mío, de que éstas son gráficas y no literarias, con la peculiaridad de que éstas no se sirven de la palabra para contar sino de la imagen estática en secuencia. Como le digo, la mayoría de las novelas gráficas que conocemos son cómics.

Cuando logre calmarse, me preguntará entonces qué es un cómic y yo le contestaré con calma de igual modo, porque he pensado mucho en ello y creo tenerlo bastante claro...

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