Conocer es ordenar

Cuando no sabía nada sobre las plantas, vivía el bosque como una maraña de formas, figuras y colores sin significado o profundidad, bello cuando era visto en su totalidad pero en última instancia incomprensible y exótico. Ahora los elementos del mosaico tenían nombres, los nombres implicaban relaciones y las relaciones estaban preñadas de significados.

[El Río. Walde Davis. Valencia: Pre-textos, 2005]

Conocer es ordenar. Enseñar es transmitir ciertas pautas orientativas que le permitan dar sus primeros pasos a quien desea aprender por una universo que fácilmente podría haber pasado desapercibido. El aprendizaje sólo es tal cuando persigue el desplazamiento autónomo, cuando la persona siente la necesidad de construir significados, de desvelar relaciones.

Un libro de conocimiento nos brinda un orden: una mirada estructurada a partir de la cual podemos introducirnos en la realidad exterior. Un libro de conocimiento nos invita a ver, a distinguir dentro de la “maraña de formas, figuras y colores” elementos cargados de significados interrelacionados entre sí.

Estos son algunos libros ilustrados que nos abren nuevos caminos:

As pontes vao daqui pra ali de Forrest Wilson. Lisboa: Gradiva, 1998

Sócrates y los tres cochinitos de Tuyosi Mori y Mitsumasa. México: FCE, 2005

Los elementos de Euclides ilustrados por Oliver Byrne. Koln: Taschen, 2010

 ilustración de Oliver Byrne