Los dowayos y el dibujo

Leo en el divertido e interesante libro El antropólogo inocente de Nigel Barley (Barcelona: Anagrama, 2007), la siguiente reflexión:
En Occidente solemos olvidar que hay que acostumbrarse a ver fotografías. Nosotros tenemos contacto con ellas desde la más tierna infancia, de modo que no nos es difícil identificar rostros u objetos captados desde cualquier ángulo, bajo una luz distinta o incluso con lentes deformantes. Los dowayos no tienen tradición en el arte visual. Sus creaciones se limitan a franjas de dibujos geométricos.
Y a continuación Barley ilustra esta idea con una anécdota:

Mientras estaba recogiendo vocabulario de campos tan sencillos como las partes del cuerpo, dibujé una silueta de un hombre y otra de una mujer con las partes pudendas un poco difuminadas para que ellos señalaran las zonas que tuvieran un nombre único. El dibujo se consideró una maravilla y durante varios meses se presentaron hombres en mi choza solicitando que se lo dejara ver. (Sobre todo querían saber si había representando el pene en toda su gloria circuncidada; de ser así me habrían pedido que no se los enseñara a las mujeres). Lo curioso era que los hombres no distinguían la silueta masculina de la femenina. Yo se lo atribuí a mi poca capacidad para el dibujo, hasta que intenté usar fotografías de leones y leopardos. Los viejos se quedaban mirando las postales, cuyas imágenes eran perfectamente nítidas, les daban vueltas en todas las direcciones y luego decían algo así como: «No conozco a este hombre». Los niños identificaban los animales pero desconocían plenamente su importancia ritual.

El libro se explaya en ejemplos. Algunos quizás podrían ser más pertinentes. Lo cierto es que nos recuerda que no podemos dar por supuesto la universalidad de la imagen.

Comentarios

  1. La universalidad de la imagen es relativa, por su puesto. Su nivel de codificación es menor al del lenguaje y por eso su interpretación es más directa y decimos que es universal. Sin embargo, hay abstracción en la interpretación de imágenes. Yo también he leído en varias ocasiones anécdotas de este tipo donde se ve que en determinados lugares del mundo no ha llegado aún este aprendizaje. Es curioso lo poco conscientes que somos de los procesos mentales tan complejos que hay detrás de un simple vistazo. En la especie humana la percepción visual requiere una buena dosis de aprendizaje. Pero es curioso cómo en los animales esta abstracción discriminatoria corre por cuenta de la especie y se hereda de forma innata. Está el ejemplo de la rana, cuyo ojo tiene un "sensor de insectos", preparado para detectar los bichitos al vuelo. El instinto de supervivencia dotó así a las ranas, pero si las rodeas de moscas muertas son incapaces de verlas. En cierto modo la foto es lo de la mosca muerta.

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