Apuntes sobre el arte del apaño





En su libro de dibujos sobre el campo In the Wilds, Nigel Peake observa como en el campo no se tira nada, ni un edificio medio derruido, sino que se hacen apaños, se añaden parches, remiendos y cuerdas (o, si eres mi abuela, medias). De esta manera objetos, espacios y lugares evolucionan hasta que “de la estructura original no queda nada, y todo lo que hay es el conjunto de piezas que la mantienen de pie. Con este arte tácita, se consigue lo insospechado”.


Nigel Peake

Esta reflexión representa una encrucijada para quien se relaciona con este arte del apaño. Puedes decidir seguirle el rastro de la carga de vivencias pegadas a las cosas y a su empleo, o puedes derivar hacia la sublimación artística y acabar por verte encerrado en una galería o en un estudio de diseño minimalista.

Está el lado experiencial de las cosas, eso que se respira en el empleo que ilustradores como Isidro Ferrer hacen de ellas, donde en la imagen acabada tienen la misma importancia la composición, el concepto, como la naturaleza desgastada y vivida del medio empleado. Del objeto a partir del que se origina la parte visible de la imagen. Es como si de pasar el testigo se tratara. Un poco lo que hacía Ettore Guatelli al recuperar todo lo que temía que acabaría perdiéndose.



Isidro Ferrer, Los sueños de Helena

La belleza de estos objetos y de las imágenes que de ellos nacen tiene el sabor del tiempo, del estar en un lugar, ese toque que, quizás, habría que llamar wabisabi.

Y luego está el otro frente, el del museo, de la exposición del arte. Si la casa de Ettore Guatelli, atiborrada de todo lo representativo de la cultura campesina, de la cultura de una época es actualmente una casa museo, el espíritu de su creación y de su pervivencia radica en una tensión vital.


Así como exposiciones como por ejemplo El rattoppo. Bisogno e creatività nelle pratiche contadine (El remiendo. Necesidad y creatividad en las prácticas campesinas, 1996). En este caso se encierra en el marco de un museo la historia de una cultura, hay un interés antropológico, aun así la contemplación queda decontextualizada. Es una manera de transimitir un conociemiento, una manera comparativa, recopilatoria, catalogada. Y es importante, sin embargo pierde la vitalidad que tiene que ser propia del objeto para que tenga sentido.

Y llegamos a la trasposición del objeto al mundo de las galerías. Vladimir Arkhipov es un artista ruso que ha publicado Home-Made Europe. Contemporary Folk Artifacts. No logro estar de acuerdo con el planteamiento de elevar artefactos, a veces ingeniosos y complejos, otras ingeniosos y sencillos, siempre bastante pobres, en algunos casos simples, a la categoría de obra de arte. Básicamente porque no necesitan este salto para cobrar valor.



Home-Made Europe

Lo que sí me gusta del catálogo es la manera en la que ha sido compuesto y plasmado: es decir, que Vladimir ha recogido y fotografiado los objetos a lo largo de sus viajes por Europa. Retratando también el creador o actual propietario, donde posible, y recopilando sus comentarios sobre el objeto. Comentarios que, en más de una ocasión, le otorgan al objeto el valor de un tesoro. Lo que me extraña (y como lectora me irrita) es la falta de medidas. ¿Por qué en un libro dedicado a objetos y tratado como catálogo artístico se olvida el autor de darnos las medidas de los objetos? Ciertos olvidos son imperdonables.


Home-Made Europe

En el último estadio aparece en un catálogo como Low Cost Design. Aquí en imágenes de muy buena calidad se presentan apaños y soluciones caseras. Pero en la presentación desaparecen la historia personal del creador, desaparece la carga emocional del objeto para terminar atrapada bajo una etiqueta de diseño a buen precio. Lo más interesante de la obra es la mirada que se dirige a la interactuación del objeto / solución práctica con los elementos disponibles en el entorno inmediato, sin embargo etiquetar el apaño como un diseño a buen mercado es trasponerlo a un territorio de funcionalidad estilizada que no le pertenece.

Estos objetos se mueven en el ámbito de la acumulación de capas, del arreglo acumulativo, a su manera funcional, pero lo que les define es su eficacia destartalada no su estilizado diseño. Porque lo que distingue estos objetos es su pertenencia a una o más vidas, es la capa de polvo, el toque de ingenio, sí, pero arropado por un arreglárselas que, sin saberlo ni quererlo, halla la belleza muy a pesar suyo.





Bibliografía
In the Wilds, Nigel Peake, New York, PAP, 2011
Il rattoppo. bisogno e creatività nelle pratiche contadine, Pescarolo ed Uniti Cremona, Italia, Museo del Lino, 1996*
Home-Made Europe. Contemporary Folk Artifacts, Vladimir Arkhipov, Londres, Murray & Sorrell FUEL, 2012
Low Cost Design, Daniele Pario Perra, Milano, SIlvana Editoriale, 2010
Low Cost Design Vol. 2, Daniele Pario Perra, Milano, Silvana Editoriale, 2011
Wabi-sabi para artistas, diseñadores, poetas y filósofos, Barcelona, SD edicions


*Lara Meana, te quiero, sé que este libro es tuyo pero me va a costar horrores devolvértelo.


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